El más tonto de cada casa
11/09/2007   Lecturas: 8.425

Publio

La semana pasada, según empezaba Septiembre y daban por terminadas sus vacaciones los políticos, la fiscal del juicio por los actos terroristas del 11 al 14 de Marzo en Madrid, Olga Sánchez, reconocía desde Yakarta -donde participaba en un seminario sobre terrorismo internacional- que los atentados del 11-M no están del todo aclarados pues sólo se ha investigado y esclarecido una parte de los hechos.

Después, lamentó que se haya hecho bandera del insulto y la descalificación durante la investigación y juicio de los atentados del 11-M, como si no fuera ella quien -como esta vez- se descalifica con solo abrir la boca.

Caso aparte, aunque parecido es el del actual ministro de justicia socialista, Mariano Fenández Bermejo quien, al día siguiente, intentando apoyar a la lumbrera de la fiscal Sánchez, declaró que a él le parecía normal, y que él mismo en 32 años de ejercicio como fiscal no ha había esclarecido totalmente un caso porque siempre hay puntos que se quedan sin esclarecer ¡32 años dependiendo la vida y haciendas de personas de las decisiones de un sujeto que confiesa no haber resuelto totalmente ni un caso! La cuestión da para pensar durante largo rato.

Primero. ¿Qué hace una funcionaria de desconocido prestigio como la fiscal Olga Sánchez en un congreso internacional sobre terrorismo? Realmente, salvo el desacierto continuo siempre a favor de las tesis oficiales, a esta señora se le desconocen trabajos e investigaciones sobre terrosismo, asesoramientos sobre terrorismo, sesudas publicaciones y reflexiones sobre terrorismo, ni hallazgo alguno sobre terrorismo ¿quién le ha pagado a la señora Sánchez los enormes gastos de viaje y estancia en Yakarta y para qué? Los socialistas, lo hemos escrito aquí varias veces, saben agradecer los esfuerzos y silencios de quienes les sirven ¿Estamos ante una futura fiscal especial antiterrorista o algo parecido que allane ciertos procesamientos a miembros de la izquierda abertzale de paz?

Segundo. ¿En qué tierras freza nuestro Presidente, qué rastros hociquea para encontrar gentes así para su gobierno? Un tipo que se presenta para liderar a los fiscales españoles y obtiene ¡un único voto! Es el que le sirve (nunca mejor dicho) a Zapatero para ministro de justicia socialista (nunca peor dicho) Un tipo que confiesa que en 32 años de funcionario, no ha tenido ¡un caso que haya esclarecido al completo! Por un momento se me ha venido a la cabeza un compañero de promoción que, a los dos años de haber entrado en un puesto de supervisión de proyectos en la Administración, se jactaba de no haber dado paso a un solo proyecto...

Por supuesto que funcionarios ineptos así los españoles hemos conocido muchos y son la derivada de un Estado -como el franquista- que era intocable y contra el que no cabía queja alguna (el Estado no cumple años, advertía a sus alumnos un catedrático de Derecho para prevenirles de pleitear contra él) Me dirán, con razón, que Franco murió hace más de treinta y dos años, y es verdad, pero lo que no ha muerto es el franquismo y los hijos del régimen autoritario que ahora aplican sobre nosotros todas las artes que aprendieron y heredaron de sus padres. Y esto vale para El País, vale para el Ministerio de Justicia, y vale ya para la fiscalía del Estado, en manos actualmente de hijos de falangistas de referencia durante la dictadura. Tal como hemos dicho aquí cienes y cienes de veces, Franco falleció hace más de tres décadas, pero nos dejó a sus hijos predilectos bien colocados.

Tal era el resquemor del español medio hacia los funcionarios del Estado autoritario que entre los estudiantes era habitual hacer chistes en que los hijos más listos de las familias se hacían ingenieros de caminos o aeronáuticos, mientras que los más tontos se quedaban en funcionarios y -en la cumbre de la idiocia- políticos ¡Cuánto nos equivocábamos! No contábamos con que el PSOE iba a lograr que el ingeniero de caminos o el arquitecto ganaran una miseria en cualquier oficina mientras un imbécil puede llegar a secretario de organización de un partido de ámbito nacional.

A cambio, me conformaría con que cuando el señor Bermejo fuera a comprarse un coche (o una casa o acudiera a la consulta de un médico) le dijeran verá usted esta empresa no ha conseguido en medio siglo que funcione un coche completamente éste es, sin duda, el coche que usted (ministro Bermejo, fiscal Sánchez, presidente Zapatero...) se merece.