Gato por lince
12/07/2006   Lecturas: 10.229

Catilina

Esta es una noticia de mierda. Hasta ahora mismo, he estado dudando sobre la oportunidad de comentar un hecho tan escatológico como éste, pero creo que sí, que es conveniente hacer una somera reflexión sobre esta noticia: una noticia de mierda, ya les digo.

Y es que, tras años de demencia y demagogia ultraizquierdista-ecologista (que en España es lo mismo) y de idiotez de la derecha española en la figura del actual alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, nos hemos cubierto todos de mierda.

Todos ustedes, que nos vienen siguiendo desde hace algún tiempo, se habrán ido formando una idea bastante precisa de la izquierda de caverna que campa por España, una izquierda que, una tras otra, no deja ocasión de hacer el ridículo presa de una inconsciencia (o de una mala conciencia) que es solo equivalente a su ignorancia y a su nula preparación.

Uno de los rasgos más característicos de esta ultraizquierda caníbal es su poco aprecio por la vida humana, y menos aprecio aún porque ésta se desarrolle en libertad. Primeros en aprobar leyes progresistas (ése es su calificativo) que permitan la manipulación investigatoria de los embriones humanos, se muestran después dolidos por lo mal que lo pasan los primates que son sometidos a prácticas de investigación científica, hasta el punto de querer dotarlos en el Parlamento español ¡de derechos humanos! Créanselo porque no es un chiste. De igual manera, esta ultraizquierda que no sabe dónde tiene la mano derecha ha estado impidiendo la construcción de la variante 501 de la célebre Carretera de los Pantanos, que ha ocasionado centenares de víctimas a lo largo de los años. Total, solo eran personas.

¿Y por qué no debía realizarse una variante más segura, que salvara vidas humanas? Porque un día dizque dieron en la mierda. Como se lo cuento. En el entorno de la carretera dieron con una mierda que atribuyeron a un lince ibérico, especie en vías de extinción. El caso es que nunca llegamos a saber si el lince fugazmente hacía el Camino de Santiago o qué, porque mierda solamente encontraron una, y el lugar no es hábitat común del lince ibérico. Era presidente de la Comunidad de Madrid el ultraderechista Alberto Ruiz Gallardón y, con su complejo de ilegitimidad a espaldas, daba la razón a la extrema izquierda supuestamente ecologista por no granjearse sus clásicas invectivas. Así que los madrileños siguieron pereciendo en dicha carretera, mientras una cofradía de imbéciles les acompañaba en el sentimiento entonando mortecinamente el pasodoble del Gato Montés. Angelitos al cielo y ropa al baúl, dijo la abuela al enterarse.

Porque la abuela se enteró, como nos enteramos anteayer nosotros mismos por un experto del Parque Natural de Doñana, donde se cuidan en España los linces ibéricos que quedan como si fueran candidatos a la Corona, que la mierda era de gato, de gato común (curiosamente, a los madrileños se nos conoce en España como gatos) ¡Ata esa mosca por el rabo! (o la vaca por los cojones).

¡Qué espanto de izquierda! ¡Qué mierda de izquierda! ¡Qué izmierda! ¿Y ahora qué? Ahora el muerto al hoyo y el vivo al bollo... Como con todas las pestosas cagadas (y ya son demasiadas) de la izquierda española aquí no ha pasado nada. Y así veremos, un día de éstos, al vivo vestido de alto cargo sindical e incluso diputado nulo en algún parlamento -nacional o regional, lo mismo da- arrastrando su indigencia y su falta de preparación oculta tras una demagogia que apesta. Como vemos a Simancas, sin ir más lejos.

¿Y usted Juan, cuántos hermanos tiene? Pues somos en total cinco hermanos ¿Y todos vivos? No, no, vivo sólo yo, los demás trabajan.