Padres orgullosos
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Cuatro amigos estaban contando anécdotas en un bar. Uno de ellos se fue al baño. Quedan solo tres...

El primero dice:

- Yo estaba preocupado porque mi hijo fuese un Bueno para nada, porque comenzó lavando carros en un concesionario. Resulta que le dieron una oportunidad, se hizo vendedor y ha vendido tantos carros que compró el concesionario. De hecho, tiene tanto éxito que le acaba de regalar un Mercedes nuevo a su mejor amigo para su cumpleaños.

El segundo dice:

- Yo estaba preocupado por mi hijo también, porque comenzó cortando grama para una compañía de bienes raíces. Resulta que tuvo tremenda oportunidad: lo hicieron vendedor a comisión, y eventualmente compró la compañía. De hecho, tiene tanto éxito que le acaba de regalar una casa nueva a su mejor amigo por su cumpleaños.

El tercero dice:

- Si... los escucho. Mi hijo comenzó barriendo pisos en una oficina de seguros. Bueno, él si ha tenido suerte: Lo hicieron corredor de seguros y ahora es dueño de la compañía. De hecho, tiene tanto dinero que le acaba de regalar a su mejor amigo un millón de euros en acciones por su cumpleaños.

El cuarto amigo regresa del baño. Los tres primeros le explican que estaban contando anécdotas sobre sus hijos y le preguntan por el suyo. Aquel dice:

- Bueno, francamente me avergüenza admitir que mi hijo si es un fracaso. Comenzó como peluquero estilista y aún lo es después de 15 años. De hecho, me enteré que es maricón y que además es promiscuo. Tiene varios novios. Pero trato de ver el lado positivo del asunto: ¡Sus novios le acaban de comprar un Mercedes-Benz nuevecito, una casa guapísima y un millón de euros en acciones por su cumpleaños!